Por Vanessa López Suaza
La sastrería es un oficio muy antiguo practicado por hombres, el cual genera controversia por relegar la costura como un arte femenino. Ángel María es un sastre que trabaja en el barrio Provenza, de El Poblado, y cuya mirada trasmite la gran experiencia que tiene en este campo.
Con sus manos ha remendado gran cantidad de vestidos. Gracias a esas costuras logra llevar el sustento de su hogar. Angel María disfruta de su labor y esto se refleja en cada sonrisa que expresa mientras trabaja.
Uno de los impulsos para laborar cada día, dice Ángel María, son sus dos hijas: Oriana y María, ellas son de las principales razones que lo inspiran a laborar cada día.
Cuenta con una gran fortaleza en su labor, el orden prevalence en su lugar de trabajo. Dice él que todo siempre lo deja a la mano.
A este sastre le gusta hacer trazados rectos y curvilíneos, es por esta razon que entre sus trabajos preferidos está el hacer pantalones.
Este hombre lleva 20 años en esta labor y dice que no la cambia por nada, puesto que esto es lo que más le gusta hacer en este mundo: “Vestir bien a la gente”.
Ángel María haciendo
su oficio de sastre.
En su lugar de trabajo.
Ángel María ejerciendo su oficio.
Implementos del taller.
En la realización de moldes.
Máquina de coser con la que Ángel
María hace su trabajo.
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